Los anticuerpos son muchas veces un factor determinante para el éxito y la reproducibilidad de los ensayos. La gran oferta comercial actual de anticuerpos hace que no siempre sea fácil elegir aquel que funcione adecuadamente en una aplicación específica.

Sois muchos los que con frecuencia nos preguntáis sobre los aspectos clave en los que fijarse para seleccionar el anticuerpo más adecuado. Por eso hoy os traemos esta breve guía que esperamos os ayude a elegir un anticuerpo que mejor se ajuste a vuestro ensayo siguiendo estos 10 sencillos pasos.

 

Elegir un Anticuerpo en 10 pasos

 

1.- Identifica la proteína diana y todos sus nombres alternativos, ya que los diferentes fabricantes de anticuerpos pueden referirse a ellas en base a sus distintos alias.

 

2.- Define las restricciones antigénicas, es decir, define si necesitas que el anticuerpo sea específico para alguna isoforma en concreto, un dominio funcional, un fragmento determinado o una modificación postraduccional específica.

 

3.- Obtén la secuencia de la proteína diana utilizando alguna herramienta como UNIPROT.

 

4.- Identifica la potencial reactividad cruzada con otras especies y/o proteínas. Para ello, puedes analizar la secuencia de la proteína diana con la herramienta BLAST del NCBI.

 

5.- Define el epítopo ideal dependiendo del objetivo del estudio; no siempre se busca aquel que confiera mayor especificidad.

 

6.- Define las técnicas y aplicaciones en las que utilizarás el anticuerpo. Este punto es muy importante, ya que los anticuerpos pueden no funcionar igual cuando la proteína se encuentra en su forma nativa (lo que ocurre en los inmunoensayos ELISA, Citometría de flujo o Inmunoprecipitación, entre otros), que en forma desnaturalizada (Western Blot, IHC en parafina, etc.).

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7.- Decide el isotipo y el “host” para el anticuerpo primario. El isotipo puede variar en función del anticuerpo secundario que vayamos a utilizar. Respecto al “host”, te recordamos esta entrada reciente sobre Especies para la producción de anticuerpos.

 

8.- Decide el tipo de anticuerpo, monoclonal o policlonal, dependiendo del tipo de ensayo y su finalidad. Como norma general, los anticuerpos policlonales son más sensibles y los monoclonales más específicos y homogéneos entre lotes.

Puedes ampliar la información sobre las diferencias entre anticuerpos monoclonales y policlonales aquí.

 

9.- Busca opciones comerciales que encajen con las especificaciones de los anteriores puntos: revisa referencias bibliográficas, datos de validación, fiabilidad del fabricante, etc.

 

10.- Y si tras los 9 primeros puntos sigues teniendo dudas, ¡consúltanos! Estaremos encantados de asesorarte sobre la mejor opción para tu ensayo.

 

 

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