Los anticuerpos de gallina, conocidos como IgY o anticuerpos aviarios, se aislaron por primera vez a partir de la yema de huevo a finales del s. XIX. Aunque a día de hoy las IgY como herramienta para la investigación biomédica no sea la opción más extendida, no hay duda de que cada vez están ganando más terreno entre la comunidad científica. Y esto es debido a las considerables ventajas que aportan en casos determinados frente a los anticuerpos policlonales tradicionalmente producidos en mamíferos.

En esta entrada recopilamos las principales 5 razones para utilizar anticuerpos de gallina frente a los anticuerpos policlonales (IgG) producidos en conejos, ratones, cabras u otros mamíferos.

5 razones para utilizar anticuerpos de gallina

1.- Diferencia filogenética entre gallinas y humanos

Entre los humanos y las gallinas existen 310 millones de años de evolución, lo que hace que la diferencia entre proteínas homólogas de estas dos especies sea mayor que la que existe entre las proteínas humanas respecto sus homólogas en otros mamíferos.

Esta diferencia se traduce en un mayor número de epítopos reconocibles como “extraños” por el huésped, originando una mayor inmunogenicidad y especificidad de la respuesta inmune.

En definitiva, los anticuerpos de gallina (IgY) suponen una clara ventaja frente a los anticuerpos policlonales obtenido en mamíferos en aquellos casos en los que la proteína diana sea una proteína altamente conservada entre especies.

 

2.- Diferencias estructurales entre las IgY y las IgG

Los anticuerpos de gallina presentan varias diferencias a nivel estructural con respecto a las IgG, como la presencia de un dominio constante adicional en la cadena pesada.

Pero sin duda, la diferencia más significativa radica en que los anticuerpos de gallina carecen de dominio constante (Fc), con sus consiguientes ventajas:

  • No activan el sistema del complemento.
  • No interaccionan con los receptores Fc.
  • No interaccionan con anticuerpos anti-Fc endógenos de mamífero.

 

3.- Estabilidad

Los anticuerpos de gallina (IgY) presentan una mayor estabilidad frente a las IgG, lo que permite su almacenamiento en condiciones de refrigeración (+4ºC) durante periodos más prolongados de tiempo (hasta años frente a días o meses).

 

4.- Bienestar animal

Aunque los anticuerpos de gallina (IgY) están también presentes, lógicamente, en la sangre de los animales, pueden aislarse igualmente a partir de las yemas de huevos puestos por gallinas inmunizadas.

Este hecho evita el proceso invasivo y traumático que constituye la obtención de anticuerpos policlonales mediante el sangrado de los animales, así como su muerte tras la exanguinación.

 

5.- Bajo coste y mayor rendimiento

El mantenimiento de los pollos y gallinas como animales de investigación es más económico respecto a otros animales como conejos, cabras, etc.

Al mismo tiempo, la producción de anticuerpos específicos en gallinas es mucho mayor, obteniéndose un mayor rendimiento que en el caso de los mamíferos (hasta 10-20 veces más respecto a la producción de anticuerpos policlonales en conejo).

Y a todo ello se le suma el menor tiempo de producción, ya que en el caso de los anticuerpos de gallina pueden obtenerse IgY específicas en tan solo 25 días.

En resumen, la producción de anticuerpos de gallina supone:

  • Menor coste.
  • Mayor rendimiento.
  • Menor tiempo de producción.

 

 

¿Te ayudamos a encontrar los anticuerpos, proteínas o kits Elisa que necesitas?

Prueba gratis nuestro servicio

 

 

NEWSLETTER ¡No olvides suscribirte a nuestra newsletter aquí para recibir las actualizaciones semanales de este blog de investigación y anticuerpos!

 

 

Pin It on Pinterest

Share This